jueves, 23 de diciembre de 2010

Innovadora propuesta... para pensar



¿Qué opinan acerca de esta moldalidad de promocionar una facultad? En lo personal, debo admitir que me llamó mucho la atención; que es innovador, lo es. Mi impresión es que se intenta transmitir una vida universitaria divertida, original, alegre, con muchos recursos y donde todos participan y tienen un lugar en la facultad. Me pregunto si a un joven de 17 años esto lo atrae. En definitiva es una forma más de mostrar una institución y de "venderla" a los interesados en realizar, en este caso, la carrera de Comunicación. Estos días también escuché un par de publicidades por radio en las que se presentaban dos carreras diferentes con una música de fondo "pegadiza" que intenta, a mi modo de ver, expresar que cursar esas carreras en esa universidad es "divertido".

Pero ojo, no todo es tan sencillo. Es importante contemplar muchas otras cosas a la hora de elegir una institución; cómo es el plan de estudios y en qué se diferencia de otras universidades, cómo es la vida universitaria, qué actividades extracurriculares ofrece, qué tipo de acompañamiento hay, cuales son los costos de la carrera, si existen becas, cómo son las correlatividades, cuál es la ideología de la universidad, qué porcentaje de alumnos egresa en el tiempo estimado, etcétera.

Ya es sabido que los medios acechan, convencen, atrapan, porque ofrecen y muestran aquello que creemos que buscamos en una universidad. Hay que ser muy cauteloso en este sentido y no dejarse llevar por una imagen o un slogan.

Por último, no olvidemos que la universidad es un medio que permite capacitarnos y potenciar nuestras habilidades y explorar y profundizar en los intereses. Cursar una carrera no es el fin, no termina ahí sino que es un paso que debe preparar para un después. No será eterno, y eso también se debe tener en cuenta.

lunes, 6 de diciembre de 2010

No rompan los sueños

Hace unas semanas leí un artículo de Enrique Pinti que no quiero dejar pasar. Habla del papel que tienen los adultos en las decisiones y en el desarrollo vocacional de los jóvenes. Muchas veces los adultos podemos obturar u obstaculizar vocaciones. Y no hablo solamente de padres, sino también de jefes y profesores, por ejemplo. Muchas veces con el pretexto de enseñar se señalan solo errores, y no errores como posibilidad de mejora, sino como característica que busca confirmar la incompetencia, si es que la hay. Es muy positivo cómo Pinti plantea este diálogo entre adultos y jóvenes, inclusive incluye una experiencia personal que evidentemente marcó sus siguientes pasos como artista.

Recordemos siempre destacar lo positivo y potenciar lo que aún no ha sido explotado, y dejar un poco más de lado el "machaque" de lo negativo, que no hace más que rotular y des-integrar a las personas.

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