domingo, 8 de mayo de 2011

127 horas hasta llegar al propio límite



Ayer vi la película 127 horas. Pensé que me iba a encontrar con una sucesión de hechos y con algo más bien superficial, pero me llevé una enorme sorpresa: la película fue muy profunda y me dejó pensando.

Tal vez me aparte de "lo estrictamente vocacional" por un rato, pero igualmente creo que el film nos lleva a hacernos preguntas que tienen que ver con nuestras conductas, con cómo elegimos, con el ser y el hacer, con nuestras omnipotencias y también con nuestros propios límites (aquel lugar al que sólo nosotros sabemos cuándo y cómo llegaremos). Y estas sí estás relacionadas con la vocación. En definitiva, los pensamientos, los temores, las emociones, los afectos y nuestra forma de conducirnos en lo cotidiano, tiene injerencia en nuestro futuro y en lo que hacemos o dejamos de hacer.

El protagonista (Aron), en un momento llega a pensar algo así como que esa piedra de algún modo él la puso ahí y que la situación en la que se encontraba (estar totalmente solo) era responsabilidad de él (el "cortarse solo" todo el tiempo, el no avisar adónde iba cada fin de semana, el no responder a los llamados de su madre, etc.). Después de varios intentos de liberarse de esa piedra, llega a límite más hondo de su ser, amputarse parte de su brazo, "cortarse solo". Y es interesante cómo ese acto termina siendo liberador para él, quien después de este suceso reinterpreta todo aquello que hasta ese momento no había percibido y da un giro a su manera de vivir su vida y la suya con los demás.

La película deja algunas preguntas para hacernos, como por ejemplo: la manera en la que nos conducimos a diario, ¿nos lleva a alguna "piedra", a alguna situación límite que luego nos resulta difícil resolver?, ¿cuáles son nuestros propios límites?, ¿qué situaciones exponen nuestras debilidades o aquellas cosas que no nos gustan de nosotros mismos?, ¿conocemos cuáles son esas cosas?, ¿cuánto nos conocemos?, ¿qué aspectos de nuestra persona preferimos ocultar?, ¿qué cosas no nos gusta escuchar y por qué?, entre otras.

¿Podríamos relacionar esto con "lo vocacional"? Creo que sí. Cuando hablamos de vocación hablamos de tomar decisiones, de hacer elecciones. Y estas debieran ser el resultado de un proceso, de un análisis, y no de un acto reflejo o automático no pensado. Elegir también es un acto personal que nadie, afortunadamente, debería hacer por nosotros. Y ahí está lo interesante; que lo elegido sea personal. Eso es lo que nos va permitir apropiarnos de lo que decidimos y ser capaces de responder por ello. El tema es cuando hay temores, influencias, tradiciones, miedos propios o ajenos, que dificultan ese camino...

Más info acerca de la película aquí.