La primavera abrió sus puertas y ya estamos entrando en la etapa final del año. Empezamos a decir y a escuchar la tan usada frase "qué increíble, cómo pasó el tiempo", nos cuestionamos y reflexionamos acerca de lo que nos propusimos hacer y si lo estamos llevando a cabo, o nos damos cuenta de la época del año en la que estamos y nos comenzamos a inquietar por lo que viene sin estar del todo preparados.
A la hora de elegir una carrera universitaria o terciaria, y luego de haber reflexionado sobre nuestra elección, queda un paso, el más importante y el que confirma la decisión tomada, brindándonos mayor seguridad y tranquilidad: el contacto con profesionales y la visita a las universidades o institutos. Desde hace algunos meses vengo implementando la estrategia de no cerrar un proceso de orientación vocacional sin antes asegurarme de que los jóvenes conozcan y vivan de cerca aquello que piensan ejercer en el futuro. De esta manera, creo que es una parte fundamental en todo proceso de elección contactarse con profesionales, no sólo por teléfono sino coordinando un encuentro en el lugar de trabajo de esa persona. Eso permite conocer y vivir en carne propia qué y cómo se trabaja en esa profesión.
Hace unos meses, un orientando se encontró con un veterinario a las 5.30 am en un punto de encuentro para partir hacia la provincia de Buenos Aires. El encuentro fue de lo más entretenido y provechoso para el joven, quien tuvo la posibilidad de vacunar, aprender, trabajar, conocer las distintas salidas laborales y "vivir" como un veterinario al menos por un día. La experiencia permitió profundizar en la decisión y reafirmarla con una visión y una experiencia concreta acerca de la profesión.
Si estás en tu última etapa del secundario, no dejes de contactarte con aquellos profesionales que estén trabajando en tus áreas de interés. Puede ser una experiencia única y fundamental para determinar tu elección.
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