miércoles, 20 de mayo de 2009

La duda en la elección vocacional

"Sigo estudiando Periodismo Deportivo y me gusta, está bueno, pero no me siento totalmente convencido."

En ocasiones escuchamos este tipo de testimonios en jóvenes que recientemente tomaron una decisión. ¿Significa esto que debe abandonar la carrera?, ¿podemos hacer algo para ayudarlo?, ¿el proceso de orientación vocacional fracasó?, ¿va a continuar con esta duda por el resto de su vida?

Tomar una decisión siempre implica renunciar a otras. Y es importante destacar que uno elige constantemente, en la vida, en el trabajo, los amigos, los viajes, la institución en la cual nos vamos a formar, etc. La elección vocacional se da en un momento determinado. De pronto un día nos tocan la puerta del cuarto y nos preguntan: "¿qué pensás hacer cuando termines el colegio?". A muchos esto los toma por sorpresa, mientras que otros demuestran estar más seguros o encaminados. Cada persona es diferente a las demás, y singular, cada uno tiene sus propios tiempos y modos de vivir las distintas etapas de la vida. Pero lo importante es conocernos, conocer lo que nos motiva y desarrollarlo con entusiasmo tomándolo como algo propio y auténtico.

Una carrera es un medio para obtener un fin: trabajar de eso que nos gusta. La carrera en sí es el contexto que nos va a aportar conocimientos para potenciar y desarrollar nuestras aptitudes. Nos prepara para el futuro laboral, eso que nos llama la atención, eso que queremos "hacer".

Dudar es esperable y puede estar presente a lo largo de toda una carrera, e inclusive en lo laboral. Y esto ocurre porque estamos construyendo nuestro proyecto de vida, estamos armando quién queremos ser, por qué y para qué. Todo proceso de construcción incluye, en algún momento, temores, dudas, inquietudes y vacilaciones. No podemos pretender conocerlo todo. Por eso también debemos ser flexibles al cambio. En ocasiones una equivocación puede ser el inicio de una elección verdadera, de un nuevo camino a recorrer. Las equivocaciones son una oportunidad para repensar nuestras elecciones. Muchas veces elegimos algo en forma "automática" y "acrítica", sin pensar ni cuestionarnos demasiado, sin planificar ni proyecarnos a futuro. Simplemente elegimos y muchas veces implica "tirarse a la pileta". Estar 100% seguros de una elección es algo atípico pero sí podemos reducir el margen de error conociéndonos, investigando, hablando con profesionales, interiorizándonos, moviéndonos, asumiendo una papel activo y protagónico en nuestra propia obra.

No hay comentarios: